En la entrada del pueblo, los que llegan de Novara ven enseguida a la derecha la residencia del siglo XVII de los condes Caccia di Camiano, pasada por vía hereditaria a los Trivulzio y luego a la noble familia de los Rovasenda. Se puede uno preguntar el porqué de una villa tan grande en Sizzano, pequeño burgo colinar. Casi seguramente la razón depende del hecho de que la familia Caccia ha demonstrado interés hacia esta zona agrícola muy fértil, gracias a la presencia del canal Mora, y por el cultivo de la vid en la colina morrénica que se asoma directamente a toda la propiedad. El complejo es constituido por una villa patronal que presenta hacia el patio la típica configuración en “U”; las ventanas son todas encuadradas dentro de marcos de estuco, mientras que la central con balcón resulta más moldeada. Interesante la articulada volumetría de toda la villa: además del edificio de representancia, encontramos varios cuerpos que se funden entre ellos al punto que resulta difícil distinguir la verdadera villa de los edificios subsidiarios. A sur de la parte patronal, cercado por una pared, se extiende el amplio jardín, antaño estructurado a la italiana; hoy su forma originaria ha desaparecido casi completamente y se cultiva a prado, con hileras de altos álamos. Interesante la escenografía exedra, con fragmentos de frescos, colocada a finales del jardín.