Resti del Castello di Sopramonte
Llegados al pueblo, se aconseja aparcar el coche en plaza Europa ó en la plaza parroquial. Desde aquí, siguiendo el cartel que indica el castillo de Sopramonte, se recorre la carretera de la "Rocchetta", que, adosada a la colina, lleva al barrio de "Prato Nuovo". Abandonamos la carretera asfaltada y andamos siguiendo el sendero adoquinado que nos lleva a la cumbre de la colina (10-15 min.). Son muchos lo elementos que hacen de este luguar un sitio sugestivo: la torre, la pequeña iglesia, los restos del castillo y, por último pero no por ello menos importante, el espléndido panorama que se puede disfrutar desde el pequeño sagrado o desde la extrema punta norte de la colina. Una vez llegados a la cumbre, a la derecha, se encuentra una torre (siglo XI-XII) de notables dimensiones: alta unos veinte metros, de base casi cuadrada, sin almenaje, reformada a lo largo del tiempo y dotada de un pequeño balcón (siglo XIX). A unos cien metros de la torre se hallan las ruinas del castillo de Sopramonte. La construcción, realizada enteramente en guijas de río ligadas con mortero, tenía por lo menos tres torreones, y el más antiguo está colocado cerca la iglesia de Santa María. De esta última torre queda visible hoy en día la base de planta cuadrada, con un espesor de las paredes de 140 cm. Al este de la torre se abre una cisterna circular con un diámetro de 340 cm. Por su posición geográfica, esta Fortaleza tuvo gran importancia territorial; pero hoy este complejo se encuentra en notable estado de ruína y se reconocen solamente las poderosas paredes de la Fortaleza. Lo mismo se puede decir acerca de los restos bibliográficos: los documentos recuperados son muy pocos y quedan muchas dudas sobre su autenticidad. Los históricos hacen remontar el origen del castillo de Sopramonte a finales del siglo XIII, sin embargo otros se basan en documentos testamentarios considerados falsos, así que el problema de la datación queda abierto. Hay que considerar también que una esmerada observación de los restos parecería confirmar el origen de la Fortaleza al siglo anterior, independientemente de las obras murales posteriores. Lo cierto es que Prato Sesia formaba parte de la señoría de los Romagnano y por lo tanto su historia se identifica en ésta. Son varias las familias que poseeron este territorio: Arduín, Otón, los Barbavara, los Visconti, los Tornielli y por último el cardenal Mercurino Gattinara. La pequeña iglesia del "Castillo", reedificada en estilo barroco, es dedicada al Nacimiento de la Virgen; presenta en su interior un fresco del siglo XV que representa a San Sebastián y un Santo Obispo y está formada por una aula simple, con pronaos con bóveda de arista. La iglesia se encuentra en buen estado de conservación. Hace falta recordar que a lo largo del siglo XIX Anselmo Prato, magistrado de Romagnano Sesia, ambientò un romance histórico en el castillo, titulado "Beatrice di Sopramonte" (Beatriz de Sopramonte), en las huellas de "I Promessi Sposi" (“Los novios”) de Alessandro Manzoni.
Cod. 6
Alla scoperta di castelli, palazzi, ville e giardini storici…
ATL Novara
Quello fra architettura e uomo è un binomio inscindibile. Questo non perché un edificio o una sua parte non possano essere anche se disabitati un'opera d'arte o un monumento di grande pregio culturale, ma perché solo la presenza umana pare in grado di portare alla luce la loro vera natura di dimora, di luogo e non di semplice spazio. di teatro di vicende personali, sociali e comunitarie.