La villa de campo surge al límite de una sima de erosión de río Ticino, en el territorio de Cameri. Las vicisitudes de esta residencia remontan a Quinientos, cuando – como se aprende de un documento – las tierras alrededor de la “Picchetta” se atribuyeron como compensación para los servicios bélicos a los Cid, familia de Saragoza, habitante en Milán. Éstos realizaron muchas obras de saneamiento en el territorio y de ampliación del mismo edificio, hasta cuando en 1649 pasó por herencia a los Jesuitas de Novara, a los que pertenece hasta 1773, año en que se suprime el Orden religioso. Durante este período la gestión de la propiedad fue encargada por los Jesuitas a privados, por medio de locaciones comprobadas por contratos. Leemos de documentaciones que el “Palatium Pichette” era rodeado por jardines florecidos y con árboles de fruta, había muchas habitaciones, las chimeneas, el pozo, el establo y la bodega para las tinas. Toda la propiedad, después de pasar en las manos de los Bienes Reales, fue adquirida en 1779 por el marqués Pietro Antonio Natta d’Alfiano.