El oratorio de San Martín remonta al siglo XI y se encuentra no lejos del sitio del “castrum de Breclema” ya documentado a partir del siglo XI y del que todavía hoy quedan visibles los restos de la milenaria fortificación. Queda a tres kilómetros del centro de Romagnano en la directriz para Novara escondido por las construcciones industriales. Históricamente la aldea de Breclema fue destruida en el siglo XIV debido a complejas vicisitudes políticas entre los Condes de Biandrate y el Municipio de Novara. De la destrucción se salvó la iglesia de San Martín y parte de las fortificaciones. Es necesario llegar al 1600 para tener otras noticias sobre el edificio religioso ya que fue convertido en lazareto durante las guerras y pestilencias que afectaron a Romagnano en aquella época. Resulta, de actos parroquiales, que en 1693 se renovó la pintura representante a la Virgen María y San Ilario, colocada sobre la pared del altar. Las excavaciones arqueológicas fueron significativas para el conocimiento del antiguo oratorio románico y fueron realizadas a partir de 1996 y hasta 2001, encargadas por el Municipio, que han evidenciado los "signos" de la historia del lugar.