El oratorio surge cerca de Momo, sobre el antiguo camino de la Vía Francigena y su origen remonta al siglo XII. Restos más antiguos, hallados recientemente, atestiguan que el lugar era sagrado ya en época céltica. Las modificaciones realizadas a lo largo de los siglos y sobre todo en el período Renascentista, nos llevan a la estructura actual. Es de aula única con monoábside, la fachada es de dos aguas y el pórtico es soportado por dos pequeños pilares. Precioso y amplio es el interior de cuatro arcadas, de la que una sobrelevada que constituye el presbítero. Notables son los muchos frescos que decoran el edificio religioso, en 1520 el interior fue cubierto por un ciclo decorativo por parte de los hermanos Sperindio y Francesco Cagnola. El resultado fue una Biblia iconográfica, según lo que predicaba San Gregorio Magno: “la imágen es la escritura de los analfabetos”. El ciclo pintórico empieza en la zona absidal donde es visible la Trinidad dentro de la almendra soportada por ángeles. Debajo las figuras de los Apóstoles, con en la base las Obras de la Misericordia. A lo largo de las paredes se suceden escenas de la vida de Cristo. Concluye el ciclo el Gran Juicio Universal. Al exterior, en la pared sur, se pueden admirar frescos devocionales remontantes a finales del siglo XV: San Grato, San Antonio abad, San Julio de Orta, San Cristóbal y la Piedad.