La iglesia de San Alejandro, ya dependiente de la parroquial de Sizzano, se encuentra dentro del cementerio y, antiguamente era la parroquial del pueblo. Se cita por primera vez en 1335-36, pero el análisis estructural del edificio la hace remontar al siglo XI. Se presenta de tres naves, la mayor cubierta por tejado de madera, las menores con bóvedas de arista sobre pechinas. Termina con tres ábsides semicirculares, la central es precedida de una bóveda de cañón. Hay que señalar (lado norte) los preciosos capiteles con motivos de hojas estilizadas, rosetas, círculos y pequeñas cabezas. El interior está ricamente decorado: una Virgen de la Leche, de escuela toscana y remontante al siglo XIV la cual se puede admirar encima de una semi-columna; se añaden a lo largo de las paredes y los ábsides otros frescos de los siglos XIV y XV de escuela local. En el absidiolo a la vista son visibles unos frescos originales, en parte solo esbozados (sinopia), que constituyen un raro documento sobre la técnica pictórica de la época. En la fachada de entrada, debajo del pórtico, los restos de un Desprendimiento del siglo XIII y rasgos de una pintura del siglo XIV representante a un santo. La fachada es tripartida, con dobles tejados en declive y con cuerpo central sobreelevado. La entrada tiene un arco con una cimbra de medio punto y un ajimez parcialmente escondido por el pequeño pórtico anterior. Preciosas decoraciones con pequeños arcos rampantes cruzados decoran el tímpano y los lados externos. Se sabe que durante los trabajos de consolidación de la pared sur aparecieron unas tumbas del período romano. A pocos metros, cerca el canal Mora, surge el pequeño oratorio de San Bernardo, que presenta un interesante ciclo de frescos del siglo XV, hábilmente restaurados en estos últimos años.