La parroquial dedicada a San Vito y Modesto, ya sede parroquial desde el siglo XI, se encuentra en la parte meridional del pueblo, a lo largo de la carretera que lleva al cementerio. Se recuerda en la donación del obispo Pedro a la Iglesia de S. Maria de Novara y de S. Gaudenzio, en 1013, resulta de los actos un colofón de cierto "Angelberto de plebe Mosetio". Pero San Vito tiene incluso orígenes más antiguos, ya en 953 es implícitamente citada como propietaria de tierras. La iglesia se presenta de tres naves con campanario incorporado en la pequeña nave sur, alineado a la fachada, procedida por un pequeño pórtico. Varias modificaciones se han seguido a lo largo de los siglos, a partir de 1400 las tres naves se cubren con bóvedas mientras que las paredes laterales y el ábside central son abundantemente decoradas con frescos. De éstos quedan sólo algunos poco leíbles, seguramente otros han sido cubiertos por pinturas siguientes, sobre todo en la nave meridional. Luego también en 1600 se adapta la arcada al norte para acoger una capilla para el baptisterio, se derriba el ábside mayor románico cubierto por antiguos frescos (atestiguados) y se reforma la zona presbiteral. El interior es decorado abundantemente durante el siglo XIX. De la construcción románica quedan algunos restos, visibles al exterior en la pared sur, otros, escondidos bajo el faldón del techo, como dos ventanas cimbradas de doble derrame con claraboya cimbrada.