El oratorio de San Martín es un edificio desacralizado y privado, se halla en los márgenes del pueblo a lo largo de la carretera que lleva a la iglesia de San Vicente en Castro. Se menciona por primera vez en 1048 como dependencia de la Abadía de los S.S. Graziano y Felino de Arona, aunque un examen estructural lo atribuiría a los siglos X-XI. Es un edificio de pequeñas dimensiones, dividido en tres naves, las menores son estrechas y bajas, y termina con el ábside central. Las naves están divididas por pilares, generalmente murales: la segunda columna izquierda es un monolito obtenido de una construcción de época romana en la que son visibles tres jarras de diferente capacidad (unidad de medida utilizada en aquel período) y algunas letras. La nave central es cubierta por vigas de hierro (altillo) construida alrededor del siglo XIX. El suelo es de tierra, en la zona absidal se encuentra una vieja prensa para uvas, que confirma el destino de uso del antiguo local: almacén y bodega. En la fachada es visible una banda lombarda y huellas de dos ventanas hoy ampliadas y muradas. El ábside semicircular tiene grupos de bandas lombardas de dos en dos, divididas por largas columnas, se abren dos ventanas de doble derrame con arquivolta de pequeños sillares dispuestos en estrella. Hay que mencionar el hallazgo, alrededor del ábside, de tumbas de ladrilllos, a lo mejor de época romana y de dos sarcófagos de piedra además que la ya mencionada estela funeraria. La atención y disponibilidad que muestra el dueño actual en el cuidado y deseo de mejorar y conservar el antiguo patrimonio son encomiables.